El pasado 28 de abril se celebró el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo bajo el lema “Estrés en el trabajo: un reto colectivo”. Tal i como refleja el informe de la OIT (2016), “los riesgos psicosociales tales como el aumento de la competitividad, mayores espectativas sobre el rendimiento y largas horas de trabajo, contribuyen a que los ambientes de los lugares de trabajo sean cada vez más estresantes”.
En el contexto empresarial existen escenarios y momentos que ponen a prueba nuestra capacidad de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponernos a ellas (resiliencia). Cuando nos encontramos ante situaciones difíciles, ponemos en marcha todos nuestros recursos y habilidades personales para poder gestionarlas de manera funcional. Sin embargo, existen realidades en las que nuestra capacidad se ve sobrepasada y las acciones que emprendemos no tienen el resultado que esperamos, es entonces cuando el bienestar integral de la persona se ve reducido debido al aumento del malestar emocional.
Según el informe ESEMeD (2004) los trastornos del estado de ánimo y la ansiedad han provocado más días perdidos de trabajo que los trastornos físicos. Sin embargo, la depresión y la ansiedad están más consistentemente asociadas con el presentismo que con el absentismo laboral. Se estima que el coste de la reducción del rendimiento en el trabajo de las personas con estados emocionales invalidantes no tratados, puede ser cinco veces mayor que el del absentismo (Kessler y Frank, 1997; Dewa y Lin, 2000; Sanderson y Andrews, 2006). La salud emocional y el bienestar son fundamentales para nuestra capacidad colectiva e individual de pensar, manifestar sentimientos, interactuar con los demás, ganar el sustento y disfrutar de la vida. Sobre esta base se puede considerar que la promoción, la protección y el restablecimiento de la salud mental son preocupaciones vitales de las personas, las comunidades y las sociedades de todo el mundo. La promoción de la salud mental consiste en acciones que creen entornos y condiciones propiciatorias y permitan a las personas adoptar y mantener modos de vida saludables.
Emotion on Line es la respuesta que Acción Salud – Grupo Ergos da, dentro del marco de gestión de riesgos psicosociales, para menguar el impacto de estados psicoemocionales limitantes y contribuir a la salud individual y colectiva en el entorno de trabajo. Emotion on Line es un servicio de teleasistencia psicológica aplicada a las organizaciones para la atención de cualquier necesidad emocional de los trabajadores y trabajadoras.
Como ejemplo de una situación crítica, el viernes 29 de abril, se estrenó en las carteleras “La punta del iceberg“, una película basada en la obra homónima del dramaturgo Antonio Tabares, que traslada a la gran pantalla una situación muy reconocible hoy en día: cómo el impacto de las tensiones vividas en el trabajo afectan a la vida privada y emocional de las personas.
La historia, que recuerda a algunos hechos fatídicos ocurridos durante 2008-2009 en Francia, se desarrolla en el contexto de una gran empresa multinacional que se ve sacudida por el suicidio de tres de sus empleados. Sofía Cuevas (Maribel Verdú) alto cargo de la compañía, es la encargada de llevar a cabo un informe interno que trate de aclarar lo sucedido. Abusos de poder, un ambiente laboral hostil y competitivo y otras situaciones de riegos son los elementos Sofía irá descubriendo en sus encuentros con los trabajadores.
Aquí os dejamos el trailer, esperamos que os guste.