¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es un proceso fisiológico que forma parte del ser humano y otros animales, y actúa en el organismo para protegernos de situaciones peligrosas. El objetivo de la ansiedad es preparar al cuerpo para huir o luchar ante un peligro. Un ejemplo: imagina que vas por la calle y de repente ves algo amenazante que se avecina sobre ti y que por su magnitud y potencia sabes que no puedes combatir. Necesitas salir corriendo o tu integridad física correrá peligro. En microsegundos, el sistema límbico (que regula las emocionales en el cerebro) se pone en marcha y empieza a enviar mensajes al resto del cuerpo para poder reaccionar e iniciar la carrera: el corazón bombea más rápido, la respiración se acelera, los músculos se tensan, se agudiza la vista y el resto de sentidos,… Gracias a esta reacción podemos salir huyendo, así que la ansiedad es totalmente adaptativa y necesaria para sobrevivir.
¿Cuándo la ansiedad es un problema?
La ansiedad se convierte en un problema cuando se activa de manera desadaptativa, es decir, cuando se sienten estos síntomas sin situación peligrosa o la reacción es exagerada ante un riesgo (bajarse o subirse del tren puede conllevar algún riesgo, pero no justificaría una crisis de ansiedad; otros ejemplos serían: hallarse en una situación laboral complicada, subirse a unas escaleras, presentarse a un examen, pasar cerca de un perro inofensivo, etc.).
En el caso de las reacciones exageradas, el conflicto viene cuando la interpretación de la peligrosidad de la situación en vez de ayudar limita e impide actuar de un modo eficaz para conseguir lo que se desea e incide directamente en la calidad de vida y el bienestar.
Ansiedad y Terapia Breve
Desde la Terapia Breve, se entiende que es la manera en la que se intenta solucionar la situación que genera malestar lo que hace en sí persistir el problema.
En los casos de ansiedad, habitualmente es el hecho de intentar evitar el “ataque de ansiedad” lo que hace que finalmente la sintomatología se descontrole (algo similar a lo que ocurre con la tristeza en la depresión) y/o el evitar situaciones percibidas como ”peligrosas” lo que hace que se mantenga que se desate el pánico. En este último caso, el elemento a tratar en primera instancia sería el miedo (Trastorno Fóbico) pues la ansiedad es la consecuencia, la reacción de la percepción del miedo.
Cuando se sufren los efectos invalidantes de la gestión disfuncional de la ansiedad, es el momento del “conócete a ti mismo” de Sun Tzu. Con la ayuda de un/a psicoterapeuta especializado/a, puede analizarse qué conductas y/o pensamientos son los que llevan a descontrolar la ansiedad para crear una estrategia personalizada, recobrar el equilibrio y mejorar el bienestar.