La intención de este “post” es aportar alguna reflexión respecto a la eclosión del término “well-being” en el ámbito de la gestión de personas, la salud y, finalmente, la responsabilidad social corporativa de algunas, normalmente grandes, compañías y organizaciones.
Los programas de fomento del bienestar y su contextualización en las que a partir de ahora conoceremos como “organizaciones saludables” han eclosionado en los últimos cinco años. Así, parecería como si una súbita fiebre respecto a la mejora de la calidad de vida laboral hubiera convulsionado los programas e intenciones de buena parte de los gestores de Recursos Humanos, de Salud y Seguridad, e incluso de responsables de Marketing de alguna gran compañía.